A ver, te explico lo que pasa: Casi nunca mi mente está en mute, siempre estoy cantando o hablando sola mentalmente (loca, lo sé).. pero de vez en cuando, en los silencios tensos... te recuerdo. Recuerdo las marcas de mis uñas en tu espalda y las marcas de tus dedos en mi cuerpo.
Tú y tu maldito juego, yo y mis canciones tristes, pero lo sabes: hay cosas que no quiero olvidar.
Tú te haces el duro jalándome el pelo y yo me hago la buena durmiendo a tu lado. Tú tratas de controlarme y yo me quedo sin palabras.
Tú sabes lo que quieres conmigo y me propones un cómo que rompe mis paradigmas y un cuándo que -mientras no estés jugando dominó, claro- mantiene la presión suficiente para ponerme nerviosa y atenta.
Eres repetitivo... Siempre con tus advertencias de "juntosperonorevueltos" y yo con un caos existencial de No sé que quiero, deja de verme así.
Y antes de que volvamos a tener la misma conversación de "¿Qué somos? ¿Qué queremos y dónde estamos?" debes saberlo.
No, no estamos en la misma página,
no estamos ni siquiera
en el mismo libro.
yo tambien pienso eso que dices, realmente todos los humanos tenemos esas preguntas existenciales, pero desgraciadamente nunca nos responderan...
ResponderEliminarme alegra conocer tu blog!
besitos!